La medida de fuerza coincidió con una audiencia convocada en la sede local del Ministerio de Trabajo bonaerense. Los trabajadores señalaron que, tras varios meses de pagos fraccionados y demoras en el aguinaldo, ya habían realizado una huelga de 10 días a principios de agosto.

Esa protesta se levantó luego de que la empresa se comprometiera a regularizar los haberes, algo que finalmente no ocurrió.

La firma sostiene que enfrenta dificultades financieras por deudas con proveedores, pérdida de clientes y caída en las ventas. Sin embargo, los empleados cuestionan estos argumentos y remarcan que Lipo sigue siendo uno de los principales fabricantes de caramelos duros del país.

Además, denunciaron que desde hace meses la compañía no efectúa aportes jubilatorios ni de obra social, lo que incrementa la preocupación sobre su futuro laboral y previsional.

Hasta el momento, las gestiones en el Ministerio de Trabajo no lograron destrabar el conflicto. Los operarios adelantaron que mantendrán las medidas de fuerza hasta recibir una respuesta concreta a sus reclamos salariales y laborales.