


Además, Gendarmería rodeó a los manifestantes, que no pudieron llegar hasta el Congreso y hubo corridas, palos y gases contra los jubilados y la gente que se había acercado para apoyar la protesta.




Entre los detenidos hubo dos fotógrafos, Tomás Cuesta y Javier Iglesias. A Cuesta lo tiraron al suelo, lo golpearon y lo inmovilizaron con una rodilla sobre su cabeza.


De la movilización participaron organizaciones políticas como el Frente de Izquierda, el Polo Obrero y la UTEP.
