En el encuentro, el que tuvo lugar en el Salón Dorado de la Gobernación, Kicillof apuntó directamente contra el Gobierno nacional, al asegurar que “estamos frente a uno de los ataques más graves de nuestra historia contra el tejido productivo y la matriz industrial argentina", para el cual "confluyen el objetivo explícito de desindustrializar el país y un discurso cruel de absoluta indiferencia frente a los despidos y el cierre de empresas”.

El mandatario bonaerense, quien estuvo acompañado por los ministros Augusto Costa (Producción) y Javier Rodríguez (Desarrollo Agrario), también advirtió que la administración libertaria "ahora plantea una reforma de la Ley laboral que no trae nada bueno para los argentinos", iniciativa a la que consideró como "un paso más de un plan que apunta a destruir el poder adquisitivo de los trabajadores y a facilitar los despidos”.

“Nos oponemos a este modelo tanto desde lo político como desde lo institucional" señaló Axel, quien destacó que la provincia de Buenos Aires “es productiva y no puede permitir que se profundicen las medidas que nos llevan al exterminio de la industria nacional”

Finalmente, el gobernador aseguró: “Necesitamos que las pymes sean un actor que tenga una voz cada día más potente para defender la producción y el trabajo de los y las bonaerenses”.

El encuentro se desarrolló como un espacio de diálogo sobre la situación actual del sector productivo, con el objetivo de intercambiar miradas, diagnósticos y propuestas frente a la caída de la producción y el consumo de las pymes.

De la actividad participaron más de 80 empresarios del sector textil, indumentaria, construcción, energía, industria manufacturera, metalmecánica y tecnología del conocimiento, entre otros.