Es fundamental que Argentina cambie el eje de su mirada sobre los problemas económicos que transita desde siempre. Si bien las urgencias del corto plazo son altas, una óptica integral de incentivar los amortiguadores de mediano plazo de fortalecimiento del mercado interno y mejora de la rentabilidad de los sectores industriales asoma prioritaria para que la fragilidad externa no se propague a la velocidad de la luz generando aún más deterioro interno. Cada paso contrario que Argentina da ante la crisis, la aleja de lo que hacen los países que basan su estrategia con procedimientos certeros. Ante el evidente fracaso de nuestros economistas, copiar no sería malo. Quienes a través de los últimos cincuenta años llevaron las riendas en materia de políticas económicas son directos responsables de la situación increible que atraviesa la Argentina, muchos de los cuales se los observa en los distintos medios sugiriendo soluciones cuando son directos responsables del fracaso.