El pasado 14 de noviembre, Juntos se impuso en el Partido de la Costa y le ganó al oficialismo encabezado por el intendente Cristian Cardozo. De esta manera, el Concejo Deliberante quedó compuesto por 10 ediles de la oposición y 8 del Frente de Todos. Con estos números, Juntos podría haberse quedado con la presidencia del HCD, pero sus internas hicieron que sea imposible.
Cuando debía comenzar la sesión preparatoria y jurar los nuevos concejales, los ediles radicales Daniel López, Evangelina Cordone, Andrés Bertolot, Fernanda Rodríguez, Gonzalo Barraza y Yamila Coppola no se presentaron al recinto. Pero lo más llamativo es que sí lo hicieron sus socios del PRO, Rosana Blanco y Sergio Santana, quienes le permitieron al Frente de Todos alcanzar el quórum necesario para arrancar y elegir las autoridades del cuerpo.
Así el oficialismo impuso a Ezequiel Caruso al frente del Concejo, mientras que Santana fue electo como vicepresidente.
Esta actitud por parte del PRO fue leída como una traición por parte de los concejales radicales y aunque no juraron, luego de terminada la sesión, ingresaron al recinto y cruzaron a sus compañeros de fuerza. Los gritos y la tensión creció a tal punto que la jornada terminó con insultos y hasta golpes de puño.