08/04/2024 - POR DR. GUILLERMO MARTÍN CAVIASCA
COMO SE CONQUISTA UN PAÍS SIN PELEAR

En realidad, estas no son producto de nuevas demandas de los EEUU; ni de la concreción de viejas demandas para con nuestro país; ni de la presencia sobredimensionada de una jefa militar en las RRII de la región (cual procónsul romano). Ya que esta misma general nos viene visitando y tratando los más amplios temas con el espectro político nacional más amplio (de hecho, se reunió muy satisfactoriamente con Cristina Kirchner cuando era vicepresidenta). Sino por el anuncio del gobierno argentino (o de nuestro presidente Milei, no sabemos como se toman las decisiones en esta administración) de que en Ushuaia funcionará una base conjunta con los EEUU. Porque el tema no es recibir amablemente a cualquier visitante, ni hacer actitudes agresivas desde el estado a ningún país. LEER MÁS ...


Sino que lo significante es el “talante”, la subordinación o no, que se expresa a través de estas relaciones. La sobredimensión de la presencia de Richardson, la ausencia de un diálogo con ella que marque claramente objetivos propios, la adscripción al furgón de cola de un tren ajeno, etc. son la cuestión a tener en cuenta.


En apariencia, tal como fue anunciado y en el marco que fue anunciado, la base norteamericana propuesta por el actual gobierno parecería ser una base militar. En este sentido nos viene a la mente una serie de cuestiones. Una, que si es una base militar con presencia permanente de efectivos extranjeros la discusión debería pasar por el congreso, como lo hace anualmente el ingreso de tropas de cualquier país o salida de las argentinas para cualquier tipo de ejercicios militares. Segundo, que sería la primera vez que tropas de otro país se instalan con una base en Argentina, pacíficamente, lo que sería un hecho histórico.


Sobre estos dos temas iniciales podemos hacer una serie de apreciaciones. Una, no sabemos aún (a pesar de la presentación militar, entre militares y ante la jefa del Comando Sur, lo que ya es una definición) si no se implementarán ciertos artilugios para que esta presencia sea “camuflada” con algún tipo de pantalla no militar en sentido estricto. Recordemos que es una base integrada conjunta que está especialmente pensada para la cuestión de la Antártida (fue un hecho decidido bajo el ministro Taiana, como polo antártico nacional). Que la Antártida esta “desmilitarizada”; o sea que por más que sean militares (más científicos) los que sostienen las diversas presencias en el continente, lo hacen no en funciones militares bélicas. Que si se piensa este anuncio como funciones “civiles” permitiría una excusa, aunque sea discursiva para avanzar en un hecho, que sino, no podría ser resuelto tan expeditivamente. Sobre todo, teniendo en cuenta que involucra a otro país, que (suponemos) no desplegaría tropas sin cierta cobertura jurídica que le garantice estabilidad. Esta apreciación que realizamos no implica que no estemos hablando de una base de una significativa implicancia militar en un sentido amplio, en una encrucijada geoestratégica de importancia global como es Ushuaia.



Sobre el segundo punto, el de ser la primera base militar extranjera, pueden existir varias impugnaciones. Que la base China, que las “bases” norteamericanas en, x o y lugar, que han venido asesores de otros países y/o se han hecho maniobras en territorio nacional, que hay presencia militar, de inteligencia o de seguridad de Israel o los EEUU en varios ámbitos de nuestro estado o los provinciales, etc. Precisamos varias cuestiones. Así como hay una base China también hay una europea en Mendoza, que parece todos ignorar. Es la Deep Space 3 en Malargue con una antena moderna para seguimiento de misiones de exploración del espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA), instalada por acuerdo entre la Argentina y la ESA, mediante la cooperación espacial vigente entre la agencia europea y la CONAE.


Los chinos disponen de una base en Argentina es claro, pero del mismo tipo que la europea. Se encuentra instalada en Bajada del Agrio, provincia de Neuquén, a partir de la suscripción de acuerdos interinstitucionales entre China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la provincia de Neuquén y los gobiernos de Argentina y la República Popular China. La Estación CLTC-CONAE-NEUQUEN brinda soporte de telemetría, seguimiento, control de las misiones del Programa Chino para Exploración de la Luna (CLEP) y programas de investigación científica del espacio lejano. Argentina dispone del 10% de tiempo para utilizar, la importancia de ese tiempo no lo sabemos. Pero si sabemos que es del mismo tipo que la europea y está en Argentina porque estamos en las antípodas. Esta cuestión geográfica no es menor, es la misma razón por la que se intentó instalar el radar con participación inglesa en la isla, porque es la más importante tierra firme para cubrir una franja de observación a esa latitud. O sea, cuestiones de geografía nos colocan en la mira queramos o no.


La China, como la base europea aparece con fines científicos orientados a la exploración espacial. Son militares los que la regentean, pero el ámbito de actuación es claramente civil (o tan civil como todas las instalaciones de este tipo, ya que son militares en general los que encabezan junto a científicos la exploración espacial) y no parece afectar a un espacio en el que aun, argentina tenga un conflicto. Eso podría ser negado ya que el tema de los radares de monitoreo, especialmente el de Tierra del Fuego nos muestra que el espacio es un terreno en disputa. Sin embargo, es de destacar que los conflictos que se manifiestan son por los LEO de órbita baja que en general es donde se encuentran las comunicaciones, la inteligencia y los satélites militares. Y ambas bases, la China y la europea son para el espacio lejano, se mueven con tecnologías distintas. Eso no niega que el espacio es un nuevo dominio de la guerra como hemos definido en algunos artículos anteriores a esta nota de opinión, y que quizás sería mejor no comprar conflictos de otros, o no meter a otros a disputar sus conflictos en nuestro territorio, pero quizás eso sea imposible. Aunque como mínimo debería ser pensado, integrado a un plan nacional, y limitado. Lo que estamos viviendo es una disputa entre actores que buscan tener presencia y anular la de otros en ese nuevo territorio a apropiarse. Todo esto sin que nosotros los argentinos tomemos una iniciativa lo suficientemente firme, financiada, planificada, de tener presencia en ese nuevo territorio a partir de nuestras necesidades y capacidades (que son bastante altas).


Desde nuestro punto de vista todo ese universo (vaya paradoja), sí se relaciona con la defensa. Pero lo que hay que evaluar es la equivalencia entre una base norteamericana en Tierra del fuego destinada a trabajar sobre la Antártida y de proyección geográfica a toda la zona austral (zonas de riesgo geopolítico argentino) y las bases destinadas a trabajar sobre el espacio profundo. Además de vincular estos hechos a toda una serie de hechos de importancia enorme para nuestro país, como la decisión de no incorporarse a los BRICS y las actitudes internacionales que nos llevan a roces innecesarios con países y actores que son amigos, vecinos, o al menos no enemigos.


Sobre los demás items de presencia extranjera, afirmamos que la única base extranjera en Argentina es la inglesa en Malvinas (que no es de la OTAN como se afirma, sino británica, y que Inglaterra como miembro de OTAN puede permitir su utilización si desea). Las demás como la estadounidense de Neuquén, son “presencia” o intento de presencia, acordado por los gobiernos provinciales en términos de seguridad y/o asistencia a catástrofes. Que sin duda tampoco es para menospreciar, ya que es una forma de entrar con fuerzas vinculadas a la inteligencia, defensa o seguridad extranjeras, en nuestro país en forma que puentee el problema legal. Pero aún así, en el máximo caso hay muy poco personal extranjero o ninguno, y más bien están destinadas a influenciar a las fuerzas locales o “marcar el terreno”. Mas grave, mucho más grave, son las presencias en la justicia, o el entrenamiento de fuerzas de seguridad, por agencias de los EEUU o Israel, pero siguen sin ser “bases”


Viendo nuevamente el anuncio de Milei y como la presencia extranjera puede ser camuflada de diferente forma, el anuncio “anarco-libertario” es sin dudas algo completamente nuevo, un salto de calidad de la presencia extranjera que es el primero en la historia. Por eso nos genera ciertas dudas sobre que se materialicen tal como el presidente los anunció. Aunque hasta ahora su decisión de avanzar en sus exabruptos verbales, lo hemos visto aun cuando se chocó en el congreso hasta con sus propios partidarios y con una oposición bastante negociadora.


Otro punto que podría ser cuestionado de esta crítica que realizamos, proviene de las extralimitadas declaraciones sobre un alineamiento militante con EEUU e Israel. Se podría señalar que Menem/Cavallo/Di Tella tuvieron un alineamiento similar. Es cierto, bajo los principios del Realismo periférico (sistematizados por Carlos Escudé) Argentina se debía alinear interesadamente con la potencia dominante sin mostrar disconformidad alguna, y eso implicaría una serie de beneficios que serían mucho mayores que los costos del no alineamiento o el enfrentamiento. Sin embargo, Escude, Menem, & cia. realzaron esta política en un “mundo unipolar”. Por más que merezca nuestro más fuerte repudio, y que podemos constatar que el alineamiento con quién nos domina no permitió ningún beneficio para los argentinos, ya que EEUU tiene objetivos de largo plazo para la región que no implican nuestro desarrollo, solo hay que estudiar someramente los lineamientos geopolíticos y los bloques de clases que los sustentan, para entender que el “Realismo periférico” solo nos podía llevar a un proceso de desindustrialización y empobrecimiento relativo y absoluto de Argentina. Lo mismo podríamos pensar para las tácticas de “seducción de los Kelpers” o el “Paragua de la soberanía” y las declaraciones De Madrid que esta política internacional desarrolló y que tanto nos dañaron y nos dañan.



Pero podríamos decir que era la época del “Consenso de Washington” y que enfrente supuestamente solo había “estados parias”. Pero alguno de ellos hoy son potencias en ascenso, y parias o no, otros supieron moverse con menos subordinación desarrollar su propia estrategia nacional y sentar las bases de su autonomía actual, aun en ese tan negativo momento. Quizás el problema sea más la case dirigente local que la extranjera; o la “conciencia de nación” para afrontar y ponerse al hombro el país.


Hoy el mundo es claramente otro, hay bloques equivalentes y vías alternativas, además de que el poder indiscutido de los globalistas, anglosajones o EEUU ya no es tal. La declinación relativa de los EEUU (la mayor de Europa) y la pelea de bloques, que tienden a la equivalencia, anuncia un nuevo mundo en el que hay muchas oportunidades para una autonomía inteligente. Desde un punto de vista realista, inclusive “liberal de mercado”, embocarse por una definición ideológica fanática, parecería suicida en RRII. Es un caso que nuca se dio en nuestro país, ni en la época de Menem cuando se produjo el gran viraje subordinado. Aunque no esta de mas destacar que, si nos remitimos al siglo XIX que tanto le gusta mencionar a nuestro presidente, hay un caso, muy destacado, dentro de una corriente política de la época, el Mitrismo, quien señaló que el desarrollo argentino tenía el nombre del capital inglés, o sea el antirrosismo tenía esta vertiente en aquella época.


Es necesario también poner en escena algunas opiniones que supuestos nacionalistas manejan en ciertos ámbitos. Esta opinión es sintéticamente: cediendo ante los EEUU y metiéndolos dentro de nuestro país, se los compromete con nosotros y fortalece nuestra posición negociadora en Antártida, Malvinas, el FMI etc. Hasta expresan, como un dato grave pero necesario, priorizar a los EEUU en la minería y otros recursos para obtener su bendición en Malvinas. Raro.


Nosotros hemos definido estas ideas como “galtierismo” (por su miopía geopolítica), o sea creer que la potencia dominante por que somos lo más alineados posible con ellos en algunas situaciones que consideramos claves (en el caso de Galtieri la lucha contra la revolución en América central) EEUU nos va a considerar un aliado de tal envergadura como para enfrentarse por nosotros a sus aliados estratégicos seculares.  Que EEUU se va a enfrentar a otros poderes estatales claves del imperialismo, o las finanzas mundiales, a Inglaterra, o inclusive como Chile.


¿En que se basa esta postura? Si hay una base norteamericana en Ushuaia de los EEUU será un polo de atracción mundial hacia la Antártida que revertiría la tendencia del retroceso argentino frente a Punta Arenas y especialmente Malvinas. Ambos puntos Malvinas y Punta Arenas son un eje común que nos aísla y aleja cada vez más de la Antártida y el mar austral (con Montevideo y la “Hidrovia” constituyen un “cerco estratégico” que aísla y fractura a nuestro país). Esa “amistad” con EEUU, más una política de economía de apertura total en el sur (liberalismo/idealismo), podría implicar que finalmente los ingleses deban negociar algo. galteirismo más ositos winnie poo, con exabruptos de fanatismo ideológico. Deberemos mencionar que la competencia de vasallos entre Chile y Argentina, ambos como tutelados por los poderes del imperialismo occidental, no parece una opción muy nacional, vale la pena aclarar. Que la única competencia que consideramos valida es la que se pueda dar entre un vasallo y un país independiente y soberano que se ponga como alternativa para unir e independizar a la región.


Estas apreciaciones de alineamiento con EEUU pueden ser cuestionadas desde los ejemplos históricos ya mencionados. Realmente es sorprendente que haya personas que creen que EEUU va a presionar a Inglaterra para que devuelva las Malvinas. O sea, maticemos, EEUU puede tener una perspectiva distinta a la inglesa respecto del Atlántico sur (la tuvo durante la guerra, la tuvo también respecto de Argentina en la segunda guerra mundial, por ejemplo, y hay más ejemplos), lo que es cierto. Pero más allá de sugerir a los ingleses que cedan un poco (como ya hicieron para que levantaran el veto en la contra de los aviones F16 y la posibilidad de que tengan alguna operatividad, aunque cero amenaza) EEUU e Inglaterra coinciden estratégicamente en este momento respecto de su visión del enfrentamiento global, como también del rol subordinado y dependiente que le corresponde a Argentina en el Mundo. Solo difieren en que los ingleses quieren una tajada de un territorio que los yanquis prefieren para ellos solos, haciendo una síntesis simple.


Las mismas diferencias se pueden trasladar a otros ámbitos, sea el financiero o comercial, hasta la relación con China: Inglaterra y Europa occidental han construido una vinculación con China muy distinta a EEUU (lo mismo con Rusia, aunque de otro tipo) y eso no significa que hayan confrontado en EEUU. O sea que la «anglosfera», aunque disponga de gran autonomía, esto no implica que no pertenezca al bloque anglosajon, ni que aporte con fruición a la «contención» de China en el indo Pacífico Ni que todos los europeos juntos especialmente los ingleses (aun con costos graves en lo económico) hayan sostenido la ofensiva híbrida contra Rusia, y ahora la militar; y hayan definido finalmente a China como rival sistémico.  Pensar que los ingleses con sus negocios en China consideran a la potencia asiática un posible aliado en el Atlántico sur (pesca, petróleo, complejo sojero, minería, etc.) frente a EEUU, es ridículo o al menos alguien me lo debería explicar con algo más que teorías conspirativas, o de flujos de capital entre Londres y Shanghái. Los ejemplos actuales, en concreto en Asia, Europa, África, son muy claros. Hay discusiones entre socios estratégicos.



Por otro lado, el “idealismo” liberal, nos dice que haciendo buenos negocios se liman las diferencias y se llega a la amistad y acuerdos, o sea que generalizando las relaciones entre la sociedad civil, especialmente entre los actores económicos la integración elimina la rivalidad de los estados y las “relaciones de poder” quedan ancladas en estas relaciones comerciales. Si es dudoso para las transacciones personales, es inaudito para las relaciones internacionales, o al menos es solo tributario de los intereses nacionales. Olvida además la diferencia de poder, de potencia económica e ignora o niega la categoría de “dependencia”. Las relaciones internacionales se basan en balances de poder, estos balances constituyen relaciones de dominio, dependencia, saqueo, intercambio desigual. Sólo una nación potente, y firme en sus posiciones puede establecer relaciones internacionales equitativas. En definitiva, la dependencia no reditúa beneficios. La dependencia de nadie aclaramos. Como señaló Jauretche “no es cuestión de cambiar de collar sino de dejar de ser perros” (refiriéndose a la opción alemana para liberarnos de los anglosajones, y podríamos extenderlos a la Soviética después o a la China hoy). Pero es más que claro para nosotros que ajustándonos mas el collar de nuestros actuales mandantes, mostrándonos muy sumisos y defensores de sus intereses, es una opción claramente muy vendepatria y nada ingenua, respecto a la de creer que otro poder nos ayudará gratuitamente. Básicamente señalamos que la opción no es reconstruir “pactos Roca Runciman” para reafirmar nuestra vinculación dependiente de una potencia en retirada, ni buscar con el “Plan Pinedo” una nueva potencia que nos apañe. La opción sigue siendo un proyecto nacional que nos permita vincularnos en el nuevo mundo multipolar en nacimiento, con los nuevos actores mundiales, con un nivel de autonomía que nos permita decidir y adquirir la potencia nacional y regional suficiente para ser un bloque de poder independiente en el mundo. Esto sin dudas no tiene nada que ver con asociarnos a los EEUU en la Antártida y menos con el hecho tan emblemático de la instalación de una base militar.


La propuesta de una base conjunta con EEUU en Ushuaia, siendo esta una base que proyecta poder hacia todo el Atlántico sur y la Antártida, y siendo una base militar, seria un hecho histórico de gran envergadura. De una gravedad que pondrá más trabas a nuestras posibilidades de autonomía en el futuro. Es la expresión visible de nuestro tránsito desde la dependencia hacia la neo-colonialidad en lo político; y hacia la difuminación del concepto soberanía en “espacio de negocios” económicamente hablando. Es de destacar que el gobierno se hace cargo internamente y no solo en los foros internacionales de una lucha mundial que interpreta como una lucha ideológica, que debe definir tanto las RRII como la política interna, esto se choca con los intereses comerciales del país y de los capitalistas locales. Por ello hablamos de neo-colonialidad, ya que el estado colonial opera sobre las estructuras locales para beneficiar a algunos poderes y vetar a otros en nombre de la potencia o las potencias que proclama metrópolis.


Los capitalistas locales parecen aceptar con cierto beneplácito la opción de que el gobierno “anarco libertario” destruya todos los mecanismos de regulación de las relaciones laborales y lograr ser un socio menor del capital saqueador cuando estructure la faceta económica en el nuevo modelo neocolonial radicalizado.


En este sentido parece haber pocas barreras a la presencia de los EEUU, sin dudas creemos que la general Richardson debe haberse sorprendido de esta iniciativa, que debe superar sus expectativas. Su presencia, como las de otros enviados, tanto de EEUU como de Inglaterra, que circularán por nuestro país, tendrán el mandato de ver como en este nuevo escenario de absoluta falta de política nacional y de apertura militante a los intereses occidentales, pueden sacar el mayor partido posible. Sólo debemos pesar que en el futuro cercano ya no solo habrá una base estratégica de Inglaterra en Malvinas, sino que habrá otra norteamericana en Tierra del Fuego. Se debe notar al enunciarlo que queda en claro el nuevo retroceso de nuestra capacidad nacional de ejercer la soberanía real.


Como se conquista un país sin pelear: cuando lo entregan los de adentro.


Guillermo Martín Caviasca* Doctor en Historia UBA / Docente e investigador UBA y Universidad de la Defensa Nacional / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Integrante del equipo de PIA Global


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