En su resolución, el juez Ramos Padilla estableció que “se ha corroborado prima facie no sólo el vínculo de conocimiento y confianza que mantenía” el periodista de Clarín “con Marcelo D’Alessio“, sino además “su participación y su aporte en las actividades ilegales que llevaba adelante la organización delictiva investigada”. En esa línea, el titular del Juzgado Federal de Dolores señaló que “a diferencia del caso de otros periodistas vinculados a D’Alessio, el imputado no sólo se nutría de la información que le proveía la organización, sino que habría tenido conocimiento de las actividades de espionaje ilegal que desarrollaba, sus métodos y contribuía al desarrollo de los planes ilícitos que llevaba a cabo la Organización”.
Según expuso Ramos Padilla, “Santoro, además de ser un usuario de la información que le proveía la misma con posible conocimiento de que provenía de actividades de inteligencia prohibidas que se realizaban sobre empresarios o dirigentes políticos, también habría brindado de manera confidencial información a Marcelo D’Alessio respecto de las actividades de sus colegas, que luego eran reportadas a otros miembros de la asociación ilícita”.
Sin embargo, el editor de judiciales de Clarín negó tales acusaciones: “Jamás di datos para hacer inteligencia”, aseguró en marzo, meses después de iniciada la polémica. “Marcelo D ‘Alessio y la organización de la que participaba utilizaban su relación con Daniel Santoro para amedrentar y extorsionar a sus víctimas y las intimidaba con publicaciones periodísticas y tenían como fin impactar en la conducta de alguna persona”, concluyó el magistrado.
El caso se inició en febrero del 2019, después de que el empresario agropecuario Pedro Etchebest denunciara haber sido extorsionado por D’Alessio para lograr excluirlo de la causa de los cuadernos de las coimas. En ese marco, el falso abogado se adjudicó presuntos contactos con Carlos Stornelli, el fiscal a cargo de la causa. El periodista Santoro fue incluido en la investigación dados sus vínculos con el falso letrado y por su supuesta participación en las maniobras, aun cuando él aseguró haber sido “usado”.
Esta nueva indagatoria llega después de que Ramos Padilla citara al fiscal Stornelli en diversas ocasiones pero este nunca se presentara, por lo que se pidió su remoción y desafuero. Mientras tanto, Santoro relaciona el caso de D’Alessio con el “Operación Puff”, lo que sería una maniobra de parte de dirigentes krichneristas para remover a Stornelli de la investigación del caso de los cuadernos de las coimas y frenar su avance.
Sin embargo, para Ramos Padilla existe un “vínculo estrecho y de mutua colaboración con las actividades de espionaje ilegal” entre el periodista y el falso letrado. Según expuso el magistrado, Santoro “no sólo habría tenido conocimiento de los métodos intimidatorios y coactivos que fueron ejercidos sobre el exDirector de PDVSA Argentina para que brindara una entrevista en el restaurant Sarkis, sino que su actividad habría estado encaminada a la continuidad del plan pergeñado para que, en contra de su voluntad, Brusa Dovat finalmente formulara una denuncia penal con un contenido direccionado en la Fiscalía Federal del Dr. Carlos Stornelli”.